Naturgy ha completado con éxito la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de acciones propias lanzada el pasado mes de mayo. El viernes 13 de junio concluyó el plazo de aceptación de la OPA y el resultado ha sido muy favorable de cara a alcanzar los objetivos de free float (capital flotante) y liquidez de la compañía en Bolsa. Una vez finalizada la oferta, la compañía aplicará toda la flexibilidad temporal y operativa que considere necesaria para devolver las acciones al mercado y recrecer de nuevo el capital flotante.
Tras la OPA, el free float de la compañía tan solo ha bajado del 10% al 9,6%, mientras que la reducción de los accionistas de referencia ha sido muy superior, pasando del 85% al 76,2%. La autocartera se sitúa en el 10%. Este resultado facilitará alcanzar el objetivo de retornar a los principales índices bursátiles, como los de la familia MSCI, cuyo umbral mínimo de capital flotante se sitúa en el 15%.
El resultado de la OPA evidencia que la compañía es un valor atractivo para fondos de inversión institucionales e inversores minoristas y que el Plan Estratégico 2025-2027, presentado en febrero, tiene la confianza del mercado, como prueba también el hecho de que la cotización de la acción se haya mantenido por encima del precio de la OPA tras su finalización, animada por las buenas perspectivas operativas y una atractiva política de remuneración al accionista. Como estaba previsto, el dividendo por acción comprometido en el Plan Estratégico 2025-2027, se verá además incrementado proporcionalmente al tamaño de la autocartera, ya que las acciones en autocartera no perciben dividendo y, por tanto, su importe correspondiente se redistribuye entre el resto de los accionistas. A precios de cotización de hoy, esto se traduce en una rentabilidad anual por dividendo de alrededor del 7%.
La realización de esta OPA estaba contemplada en el Plan Estratégico 2025-2027 aprobado en la Junta General de Accionistas. Dicho Plan prevé un aumento de las inversiones orgánicas que rondará el 10%, con un total de 6.400 millones de euros, sin considerar potenciales oportunidades de crecimiento inorgánico. El 50% de dichas inversiones tiene como destino el negocio de Redes, y el 30%, el desarrollo de proyectos renovables (producción de biometano y generación eléctrica). España concentrará la mayoría de las inversiones.