La pobreza energética oculta severa es un reto estructural que es necesario abordar con perspectiva amplia. Con este objetivo, Fundación Naturgy organizó hoy una jornada en la que dio a conocer las conclusiones de su informe ‘El acompañamiento a familias vulnerables: Escuela de energía de Fundación Naturgy y puntos de asesoramiento energético’, en el que se recogen cifras tales como que, gracias a las recomendaciones impulsadas por la Escuela de Energía de la fundación de la compañía energética, los hogares acompañados han logrado ahorros medios de 467 euros.
La presentación de este análisis la realizó Almudena Laguillo, responsable de la Escuela de Energía de Fundación Naturgy, quien destacó el trabajo de acompañamiento a familias vulnerables, ya que “la formación es una de las palancas fundamentales para paliar la pobreza energética”. De hecho, Laguillo valoró el trabajo de la Escuela que gestiona, gracias a la cual se han realizado “3.800 talleres y casi 44.000 formaciones en 925 municipios de toda España”, con la que el uso del “bono social ha pasado del 12% al 55% en los hogares acompañados”.
‘Evaluación del impacto de la rehabilitación exprés en la pobreza energética’
Más del 40% de los hogares analizados gastaban menos de una cuarta parte de lo que necesitarían para mantener condiciones adecuadas de confort térmico, lo que limita el impacto de las medidas de rehabilitación exprés y microeficiencia por sí solas y exige llevar a cabo intervenciones más profundas. Esta es una de las conclusiones del estudio VAREX‑2024, realizado por el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) y la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, que ha evaluado el impacto de cerca de medio centenar de intervenciones de rehabilitación exprés impulsadas por el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética de Fundación Naturgy. El estudio se ha recogido en el informe ‘Evaluación del impacto de la rehabilitación exprés en la pobreza energética: análisis de nuevos casos reales en distintas provincias españolas’ que también se presentó hoy.
Este informe ha analizado el impacto de las medidas de rehabilitación exprés en hogares vulnerables de diez provincias españolas, centrándose en el efecto de las intervenciones sobre tres aspectos clave: la evolución del gasto energético teórico, la brecha de pobreza energética y el porcentaje de hogares en situación de pobreza energética oculta.
Así, el estudio concluye que las medidas de rehabilitación exprés generan unos significativos ahorros energéticos del 6%, aunque insuficientes en muchos casos para sacar a los hogares de la pobreza energética. Dado la severidad de los casos analizados, el porcentaje de hogares en situación de pobreza energética oculta bajó del 71,7% al 68,3% y se consiguió reducir la brecha de pobreza energética oculta en alrededor de 70€.
En cuanto a las medidas más eficaces para la mejora de la situación de los hogares fueron el aislamiento de muros y la sustitución de ventanas o electrodomésticos. Por el contrario, las medidas de microeficiencia (bombillas LED, burletes, regletas, thermocovers), aunque más accesibles, mostraron un impacto limitado de forma individual, pero relevante cuando se aplicaron de forma combinada. Por ejemplo, el ahorro económico medio por hogar que se consigue con la instalación de burletes es del 3,2%, mientras que aplicando un kit completo (burletes, LED, regletas y thermocovers) alcanza casi el 9%.
El confort térmico que perciben las personas afectadas mejora tras las intervenciones, especialmente en los hogares donde se aplicaron medidas más ambiciosas, apuntando a una mejora en la calidad de vida.
El contexto territorial importa, ya que provincias como Ceuta o Madrid mostraron, después de las intervenciones, mayores reducciones en el gasto energético teórico, mientras que en otras como Alicante, el impacto fue menor. Por otro lado, la brecha de pobreza energética disminuyó de forma más considerable en Ceuta, Tarragona y Baleares, lo que refuerza la conclusión de que es necesario adaptar las intervenciones al clima y a las condiciones locales.
En definitiva, el estudio VAREX-2024 permite concluir que las intervenciones de rehabilitación exprés generan ahorros energéticos significativos y mejoran el confort térmico, aunque no son suficientes para erradicar la pobreza energética en los casos más severos.
Propuesta de líneas de actuación
Para mejorar la eficacia y el alcance de las políticas de rehabilitación energética en línea con las medidas propuestas por la nueva Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética (ENPE 2026-2030), el estudio VAREX-2024 propone escalar las intervenciones estructurales, priorizando medidas de mayor impacto como el aislamiento de muros, la sustitución de ventanas y de electrodomésticos ineficientes; y diseñando mecanismos de financiación pública que permitan a las ONG y las administraciones locales acometer estas reformas más costosas en los hogares vulnerables.
Por otra parte, incide en la necesidad de potenciar la combinación de medidas de microeficiencia, así como mejorar el seguimiento y la evaluación del impacto, de forma que se pueda ampliar el análisis de la pobreza energética, incorporando a este estudio indicadores adicionales de gasto desproporcionado y mejorando el análisis de la temperatura inadecuada; y evaluando otros factores que afectan al bienestar, como humedades, filtraciones o el estado de los electrodomésticos.
Por último, los autores consideran fundamental fortalecer la colaboración institucional, impulsando alianzas entre administraciones públicas, ONG y empresas para aumentar la cobertura y sostenibilidad de los programas; y ampliando los proyectos piloto de rehabilitación exprés propuestos en la nueva ENPE 2026-2030.
Esta sesión ha contado con la participación de Víctor Marcos Morell, director general de Planificación y Coordinación Energética del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), quien puso en valor la importancia de contar con datos medibles para poder hacer frente a la pobreza energética, un problema que preocupa y mucho al Gobierno. “El gasto energético medio ha bajado, especialmente en los niveles más bajos de renta, con descensos del 24% y el 10%”, mientras que “el salario mínimo interprofesional ha subido un 54%, lo que ha aumentado la renta de los hogares con menos ingresos”. Esta realidad obliga a analizar los datos con “rigor”, ya que “no sabemos si la renta disponible realmente ha mejorado o si se ha destinado a cubrir otras necesidades básicas”.
Sobre el proceso de elaboración de la nueva Estrategia de Pobreza Energética, el representante del Ministerio asegura que “hemos querido ir más allá de los trámites reglados y fríos, realizando un verdadero procedimiento de escucha, dialogando con los sectores implicados y también con las personas vulnerables”. De hecho, subraya que “hemos aprendido mucho; es fundamental ser humildes para acercarnos al ciudadano”.
Marcos Morell quiso agradecer el trabajo de Fundación Naturgy, ya que “la idea es contar al máximo con organizaciones sociales” y les recordó que “tenéis nuestra puerta abierta, ya que estamos encantados de aprender, escuchar y seguir colaborando”.
‘Del indicador a la identificación’
La jornada también incluyó una mesa redonda titulada “Del indicador a la identificación”, moderada por Ester Sevilla, directora de proyectos sociales e internacional de Fundación Naturgy, y en la que han intervenido destacados expertos como Efraim Centeno, director de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas; Jaume Cases, director de Transformación y Operaciones de Naturgy Clientes; y Ángel Fernández, gerente de la EMSV Getafe.
Durante el debate, Efraim Centeno señaló la importancia de los datos, pero también la de interpretarlos adecuadamente. “La casuística de la pobreza energética es muy complicada, pero estar continuamente trabajando los indicadores nos permite entenderla, aunque nosotros no nos queremos quedar ahí, sino ponernos en contacto con toda la gente involucrada”, afirmó.
Por su parte, Jaume Cases indicó que “las empresas energéticas somos el intermediario necesario entre el consumidor y las ayudas. Nuestra labor ha sido eliminar barreras, en particular el acceso al bono social por parte de aquella ciudadanía que sería potencialmente beneficiaria y no lo está siendo”. De hecho, Jaume Cases recordó que “el consumidor tiene que percibir que realmente está recibiendo una ayuda y que eso puede ayudar también a implementar otros apoyos”.
Por otro lado, Ángel Fernández, hizo énfasis en tres circunstancias que condicionan su trabajo: la pobreza energética, en la que tiene un gran peso la oculta, es decir, “no conocemos a las personas concretas que están en esta situación”; el “estigma”, ya que “nadie quiere estar en esta situación”; y los “datos”, “porque necesitamos conocer qué personas están en situación de pobreza energética y cuáles son las medidas más adecuadas”.
La jornada fue inaugurada por Rafael Villaseca, presidente de Fundación Naturgy, quien aseguró que estos datos resultan fundamentales “en un ámbito tan complejo como la lucha contra la pobreza energética”. Información que da resultados, ya que “hemos evaluado cerca de 500 intervenciones de rehabilitación exprés y microeficiencia, y los datos confirman su eficacia para reducir la pobreza energética”. Además, señaló que “los estudios muestran el impacto claro que tiene la formación y, especialmente, el acompañamiento a las familias vulnerables”.
María Eugenia Coronado, directora general de Fundación Naturgy, fue la encargada de clausurar el evento poniendo en valor el trabajo realizado con este estudio, que “demuestra que rehabilitar ayuda no solo a reducir el gasto energético o la brecha de pobreza energética, sino también a que las familias tengan viviendas dignas, mayor confort y mejor calidad de vida”.
Lamentó además que el “40% de las familias se encuentren en una situación de pobreza energética oculta o severa, un asunto crítico que debemos reconocer para avanzar”. La directora general de la Fundación Naturgy alertó que “vivir gastando menos de una cuarta parte de lo necesario para tener una vivienda confortable es un problema social que debemos abordar”.
Fundación Naturgy
Fundación Naturgy tiene, entre sus líneas de actuación, transferir conocimientos especializados sobre las nuevas tecnologías energéticas y las claves de la transición hacia un sistema de energía más sostenible, así como divulgar valores de preservación del medio ambiente y el consumo responsable de energía. Creada el año 1992 por la compañía energética, también desarrolla programas de acción social, incidiendo especialmente en actuaciones destinadas a paliar la vulnerabilidad energética, así como un programa educativo referente en materia de energía, y formación profesionalizadora para la mejora de la empleabilidad en el sector y contribuir a la promoción del empleo verde.





