Día Mundial del Agua: comprometidos con una gestión responsable para un futuro sostenible

Desde 1993, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de este recurso vital para la vida humana y la preservación de la biodiversidad. En 2025, el tema elegido para este día es la «Conservación de los glaciares», una tarea que resulta crucial para garantizar el abastecimiento de agua dulce, la producción de alimentos y la generación de energía limpia.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), cerca del 70 % del agua dulce de la Tierra se encuentra en forma de nieve o hielo. No obstante, en 2023, los glaciares perdieron más de 600 gigatoneladas de agua, lo que representa la mayor pérdida de masa registrada en los últimos 50 años. Una de las consecuencias del cambio climático es la descongelación de los glaciares a un ritmo acelerado, lo que afecta directamente los flujos de agua y ecosistemas que dependen de este recurso.

Conscientes de la importancia de este recurso, en Naturgy asumimos el compromiso de gestionar el agua de manera eficiente en todas nuestras operaciones, minimizando nuestro impacto y adoptando medidas innovadoras con las que, en 2024, hemos conseguido una reducción del 3,2% en el consumo de agua en comparación con el año anterior y un 41% respecto a 2017.

El análisis de los riesgos relacionados con su uso, el control de la calidad de los vertidos, la gestión ecológica de los embalses, la ecoeficiencia y la reutilización del agua en los procesos, por ejemplo, mediante la integración de las aguas residuales de otras actividades, son algunas de las medidas que llevamos a cabo en este ámbito.

También hemos integrado, de manera voluntaria, dos objetivos globales relacionados con la gestión del agua en nuestro Plan de Sostenibilidad 2021-2025. El primero de estos objetivos busca reducir el consumo total de agua, mientras que el segundo se centra en limitar la intensidad del consumo de agua en las actividades de generación eléctrica. Este último compromiso está alineado con la estrategia de la compañía de fomentar un crecimiento sostenible, impulsando una mayor participación de tecnologías renovables, como la eólica y la fotovoltaica, que no requieren agua para su funcionamiento.

En la actualidad, el consumo total de agua en nuestras operaciones representa solo un 2,1% del agua captada, ya que la mayoría se devuelve al medio ambiente tras su uso. Es el caso, por ejemplo, de las torres de refrigeración de las centrales de ciclo combinado, que representan el mayor consumo de todas nuestras instalaciones, en las que el agua se evapora durante el proceso de refrigeración y se libera a la atmósfera en forma de vapor, reintegrándose así en su ciclo natural. Asimismo, el agua consumida en estas centrales proviene mayoritariamente de vertidos de otras instalaciones que son reutilizados o de agua de mar, lo que contribuye a reducir la presión sobre las reservas de agua dulce de las regiones donde se sitúan las instalaciones. Este enfoque resulta especialmente relevante en áreas con escasez hídrica, donde la optimización de los recursos adquiere una importancia relevante.

La apuesta por la sostenibilidad y la gestión responsable del agua es una prioridad, que se refleja en todas nuestras operaciones a través de la implementación de planes de gestión para minimizar su consumo. Esto no solo mitiga riesgos operacionales y ambientales, sino que también protege la biodiversidad y favorece el cumplimiento normativo, asegurando la continuidad y eficiencia de nuestros proyectos.

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