La respuesta española al reto sin precedentes de Fukushima 

En septiembre de 2021, el gobierno japonés, a través de TEPCO (Tokyo Electric Power Company), lanzó un reto internacional sin precedentes: identificar soluciones viables para la separación del tritio contenido en el agua tratada mediante ALPS (Advanced Liquid Processing System) en la central nuclear de Fukushima Daiichi.

La convocatoria fue respondida por más de 140 consorcios y empresas de distintos países, y supuso el inicio de una competición técnica global. En diciembre de 2021 aproximadamente 40 propuestas superaron el primer filtro técnico de TEPCO y, finalmente, en marzo de 2022, solo siete consorcios internacionales accedieron a los datos técnicos reales del emplazamiento tras firmar un acuerdo de confidencialidad (NDA).

Entre estos siete consorcios finalistas se encuentra un consorcio español del que forma parte Naturgy (junto a Ensa, Enwesa, Seys y Nucleantech). Se trata del único equipo europeo que continúa en el proceso, lo que pone en valor la capacidad tecnológica y la experiencia acumulada por las empresas del sector nuclear y energético en España.

El papel de Naturgy dentro del consorcio resulta estratégico, ya que se encargará de la caracterización de los residuos que se generen durante el proceso, así como del diseño y la propuesta de soluciones para su gestión y eventual valorización.

La propuesta del consorcio español se puede resumir de forma simple: concentrar el tritio de medio millón de litros diarios en un único tanque seguro y trazable. Una tecnología que reduce el volumen del residuo en un factor de 1.000. Lo que ahora requiere kilómetros de tuberías, grúas y centenares de estructuras puede quedar contenido en una sola unidad de gestión, utilizando la celulosa como absorbente avanzado de tritio.

Además de ser técnicamente solvente, la propuesta española presenta un diseño modular, seguro, automatizado y compatible con los requerimientos regulatorios de la NRA japonesa, la IAEA y los estándares ISO. El modelo de planta es viable tanto para Fukushima como para presentes y futuras aplicaciones internacionales.

La tecnología de adsorción con celulosa no es sólo una respuesta eficaz para Fukushima: es una plataforma industrial que puede ser replicada, escalada y adaptada a múltiples escenarios. La posibilidad de capturar y concentrar el tritio en un solo tanque, con mínima generación de residuos secundarios, supone una auténtica revolución en la gestión del tritio a nivel internacional. Estamos ante una tecnología que puede convertirse en un nuevo estándar de tratamiento de tritio en la industria nuclear. Y lo más importante: ha nacido en España, desarrollada por un consorcio público-privado con vocación de liderazgo tecnológico internacional.

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