Para ahorrar en nuestra factura es importante conocer los principales conceptos que la componen y tener en cuenta también algunas claves sobre eficiencia energética que nos ayudarán a reducir nuestro consumo.
Como parte de su compromiso con la vulnerabilidad energética, Fundación Naturgy organiza periódicamente, a través de su Escuela de Energía y también de sus actividades de voluntariado energético, talleres prácticos de formación sobre gestión de la factura y consejos de eficiencia y consumo responsable, con el fin de que las familias puedan disminuir su gasto energético y reducir el coste de la factura.
Es el caso, por ejemplo, de la formación realizada recientemente en un centro cívico de Getafe, que contó también con la colaboración de la empresa municipal del suelo y la vivienda de dicha localidad.
En estas sesiones, que tienen una duración aproximada de 2 horas, se explican los principales conceptos que podemos encontrar en las facturas de luz y gas, de forma que los asistentes puedan comprender mejor su facturación y adquirir criterios para valorar su contrato, y también se les facilita información sobre buenos hábitos de eficiencia energética, conceptos clave de ahorro en las facturas de energía y gestión de ayudas como el Bono Social.
Esta información adquiere especial importancia para aquellas familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad, ya que mediante su capacitación y formación podemos conseguir una gran mejora en la calidad de vida de aquellos que más lo necesitan, así como contribuir a una transición justa.
Estos son los principales conceptos que todos debemos conocer en relación a nuestras facturas y a la posibilidad de reducir nuestro consumo aplicando medidas de eficiencia energética:
Mercado regulado o mercado liberalizado
Para entender bien nuestra factura, lo primero que debemos conocer es si nuestro contrato corresponde al mercado regulado o al mercado liberalizado. Este dato lo podemos encontrar en la parte superior izquierda de la factura, donde constarán los datos de la sociedad que la emite.
En el Mercado Regulado, las tarifas están reguladas por el Gobierno, tanto en luz como en gas, y no admiten ofertas ni descuentos:
- En luz esta tarifa se llama PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) y su principal característica es que el precio del kWh cambia cada día y cada hora. No tiene permanencia y solo se puede contratar si tienes menos de 10 kWh de potencia.
- En gas, la tarifa regulada se llama TUR (tarifa de último recurso) y se caracterizada por fijar sus precios trimestralmente.
Estas tarifas la comercializan solo algunas comercializadoras que no pueden vender energía en el mercado libre, como es la Comercializadora Regulada Gas&Power S.A. del grupo Naturgy.
En el mercado liberalizado, las comercializadoras marcan sus precios y sus estrategias comerciales de descuentos, pueden facturar conjuntamente luz y gas y ofrecer otro tipo de servicios. Este el caso de nuestra comercializadora Naturgy Clientes.
Potencia contratada
En el caso de la factura eléctrica, es importante también tener en cuenta la potencia contratada, ya que esta determinará el importe del término de potencia de la factura, por lo que es importante que esté ajustada al máximo a las necesidades de la vivienda. Ajustarla adecuadamente supondrá un importante ahorro en los términos fijos de la factura de electricidad.
Esta información la podemos encontrar el apartado «tus datos de suministro» o «datos del contrato», en función del mercado en el que te encuentres.
La potencia eléctrica contratada es la unidad que limita el número de equipos que podemos conectar de manera simultánea a la red eléctrica de una instalación, sin que salte el Interruptor de Control de Potencia (ICP), que sirve para controlar la demanda eléctrica de los aparatos conectados a la instalación. Si ésta supera la potencia contratada para el punto de suministro, el ICP salta automáticamente y deja la instalación sin servicio.
La tarifa de conexión a la red que se aplica en nuestra factura, viene determinada por la potencia que tengamos contratada. Para potencias inferiores a 15kW, que es lo más habitual para hogares y pequeñas empresas, la tarifa es la 2.0TD, que tiene 2 periodos de potencia: el periodo Punta y el periodo Valle, asignados a dos tramos horarios diferentes, según los días de la semana. Puedes contratar una potencia diferente en cada periodo y así tener un coste del kW de potencia en punta diferente del coste del kW de potencia en valle.
Para saber qué potencia es la más adecuada en nuestro caso, podemos consultar en nuestra factura las potencias máximas que hemos necesitado en el último año. Esta información la podemos encontrar en la parte de la factura que nos muestra nuestro consumo eléctrico.
Cambiar la potencia, ya sea al alza o a la baja, supone unos costes de tramitación aplicados por la distribuidora y que nuestra comercializadora nos trasladará en la próxima factura. Estos costes están regulados por ley.
Podemos subir la potencia de cada periodo de potencia las veces que necesitemos, pero la bajada de potencia será una única anualmente y en ella se puede solicitar rebajar los dos periodos o solo uno de ellos.
Consumo energético
Cada factura tiene, para un periodo de tiempo determinado, un consumo facturado en base a una lectura final y una lectura anterior. Tanto las fechas del periodo como las lecturas, son datos informados en las facturas.
El consumo se expresa en kWh tanto para la luz como para el gas. Las lecturas del contador de luz se registran en kWh y así se muestran en la factura. En cambio, las lecturas de gas se registran en m3 en el contador y así están informadas en la factura, aunque el consumo entre lecturas está informado en ambos, en m3 y en kWh.
Para reducir el consumo energético es importante tener unos buenos hábitos de consumo y conocer las principales medidas de eficiencia energética que podemos aplicar en nuestro hogar.
Medidas de eficiencia energética
Regular correctamente la temperatura, evitar pérdidas de calor bajando las persianas por las noches o disponer de un buen aislamiento en las ventanas, puede suponer un ahorro de entre en 20% y un 30% en calefacción, que en invierno puede suponer hasta casi la mitad del gasto energético de un hogar.
En relación a los electrodomésticos, podemos conseguir grandes ahorros también realizando pequeñas acciones como descongelar los alimentos en el compartimento refrigerador del frigorífico, utilizar programas de lavado con agua fría o a baja temperatura (30ºC) o apagar el ordenador si prevemos una ausencia superior a 30 minutos.
La iluminación representa también un alto porcentaje de nuestro consumo energético, por lo que es importante elegir el tipo de bombilla adecuado, y que estas sean de bajo consumo, ya que además de ser más sostenibles supondrán un ahorro considerable en la factura.
Instalar perlizadores en los grifos y ajustar la temperatura del agua caliente entre los 30ºC y los 35ºC nos ayudarán a reducir tanto nuestro consumo de agua como el de la energía necesaria para calentarla.
Aprovechar el calor residual de la vitrocerámica o el horno para acabar de cocinar los alimentos es otra de las medidas que podemos aplicar para reducir el consumo energético en la cocina, así como utilizar el microondas o la olla a presión, que nos ahorrarán dinero y también tiempo en la cocina.
En resumen, ser más eficientes energéticamente nos ayudará a ahorrar en nuestra factura y contribuirá a un futuro más sostenible.
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