10 consejos para unas vacaciones más sostenibles

Vivimos en un mundo cada vez más consciente de lo importante que es la preservación del medio ambiente. Por eso sabemos que es clave llevar a cabo prácticas respetuosas con la naturaleza, el entorno y las comunidades locales, también durante el periodo estival.

Actualmente, se estima que el turismo representa alrededor del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que la Organización Mundial del Turismo (OMT) plantea un modelo respetuoso con el medio ambiente basado en tres claves. El primero de ellos consiste en optimizar los recursos medioambientales, mediante la conservación del entorno natural y su biodiversidad biológica. El segundo tiene que ver con la autenticidad de la cultura local, un factor esencial para sumergirse en los valores y las tradiciones de cada lugar. Y por último, la distribución de la riqueza, que facilita el equilibrio de los beneficios socioeconómicos. De esta forma, el turismo sostenible tiene el propósito de reducir el impacto en el entorno, mitigando la masificación y el deterioro medioambiental de algunos destinos.

Disfrutar de las vacaciones a la par que reducir la huella de carbono en el planeta está al alcance de todos. Solo nos hace falta estar comprometidos con el medio ambiente y llevar a cabo acciones sencillas en el transporte, hospedaje, entretenimiento, consumo y alimentación de cada viaje. Estos diez consejos nos ayudarán a tener unas vacaciones más sostenibles.

  1. Optar por destinos menos concurridos. Un mayor número de visitantes implica un mayor impacto medioambiental, debido a la demanda de recursos concentrada en el tiempo en un determinado lugar. Por eso, viajar a zonas menos frecuentes ayudará a reducir este impacto en el entorno y disfrutar del viaje.
  2. Hacer uso de medios de transporte con emisiones bajas o nulas. Lo más recomendable, para movernos en el destino, es ir a pie o en bicicleta siempre que sea posible. Para distancias más largas se recomienda usar el transporte público, teniendo en cuenta que estas formas de desplazamiento suelen tener menor repercusión en el medio ambiente.
  3. Buscar un alojamiento eco-friendly: Una buena alternativa puede ser el hospedaje en una casa de familia, lo que serviría para apoyar a las comunidades y conocer sus costumbres.
  4. Protegernos del sol y usar el aire acondicionado de forma eficiente: Con tan solo correr las cortinas, abrir los toldos o bajar las persianas es posible mantener los espacios interiores mucho más frescos, evitando así que el sol sobrecaliente las habitaciones. Además, en caso de ser necesario el aire acondicionado, el modo económico y ecológico ECO nos permite ahorrar alrededor de un 30 % de la energía.
  5. Utilizar con moderación recursos naturales como el agua o la energía: Durante las vacaciones también es importante intentar ser responsable con el consumo de estos bienes escasos para contribuir a su conservación. Apagar las luces cuando no las necesitemos, aprovechar la luz natural, desconectar dispositivos electrónicos que no se están usando, cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes o lavamos los platos, reparar cualquier posible fuga de agua o reutilizar el agua en otras actividades como el riego de plantas son algunos hábitos diarios que también deben estar presentes durante las vacaciones.
  6. Respetar los espacios naturales: En el turismo sostenible es imprescindible actuar de forma responsable, procurando ocasionar el menor impacto posible sobre la flora y fauna del sitio, por lo que se recomienda realizar visita áreas protegidas en grupos pequeños, seguir los senderos ya existentes, evitar alimentar a animales o extraerlos de su hábitat natural.
  7. Apoyar a las comunidades: La compra de productos locales contribuirá a impulsar la economía regional, reducir la huella de carbono del transporte y conocer de primera mano la cultura local.
  8. Realizar acciones sostenibles: Practicar kayak, ciclismo o senderismo, así como observación de animales son algunas de las actividades que nos permiten explorar de forma respetuosa y sin emisiones nuevos destinos vacacionales.
  9. Proteger el ecosistema marino: Utilizar cremas de protección solar biodegradables o ropa protectora al nadar es la mejor decisión. Años tras año se vierten al mar, en todo el mundo, entre 6.000 y 14.000 toneladas de crema solar en los océanos, lo cual es perjudicial para la fauna y flora marina, debido a los componentes tóxicos que tienen estos productos.
  10. Evitar el desperdicio alimenticio: Tener en cuenta las necesidades familiares será esencial para planificar comidas y cenas durante las vacaciones. En caso de cocinar, la compra de alimentos debe ser responsable y su conservación adecuada, mientras que, en un restaurante resulta importante pedir solo aquello que se vaya a consumir.

Salir de vacaciones también implica una serie de medidas sostenibles para ahorrar energía mientras no estamos en casa. Algunas de ellas son apagar el termo eléctrico, desconectar los electrodomésticos como el televisor, las consolas, cargadores y equipos de música, los cuales podrían consumir hasta un 15% de la energía usada cuando están en macha o vaciar y desenchufar el frigorífico si las vacaciones fuera de casa superan los cinco días. De esta forma es posible reducir el gasto energético de los hogares y realizar un turismo totalmente sostenible.

Viajar de manera responsable nos permite conocer nuevos destinos y participar de forma activa en la protección del medio ambiente, a través de la elección de destinos con un atractivo natural, lo cual promueve su conservación, el interés hacia la cultura de la zona y un mayor beneficio económico para la comunidad.

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