2018 fue el año del paso definitivo hacia la sostenibilidad. 2018 fue el año en el que Naturgy solicitó dejar de quemar carbón en sus centrales térmicas de España para iniciar la senda de una transición energética justa y equitativa.
6 años después, la compañía avanza en su plan de desmantelamiento de estos emplazamientos para darles una segunda vida con la búsqueda de nuevos usos y alternativas. En estos trabajos de demolición se consideran prioritarias las medidas medioambientales y los procedimientos de seguridad para llevarlos a cabo de forma adecuada y sin afecciones a terceros y al entorno.
Los edificios e instalaciones de las centrales presentan diferentes tipos y combinaciones de elementos estructurales, por lo que en la metodología de desmontaje y demolición se están empleando una combinación de procedimientos tanto manuales como mecánicos y, en algunos casos, combinados, con la utilización de explosivos mediante la ejecución de voladuras controladas.
Estos son los pasos a seguir en el proceso de desmantelamiento:
Cuando se cumplen 3 años del inicio de los trabajos de desmantelamiento en la central térmica de Soto de la Barca, y con un plazo estimado para la demolición completa de 41 meses, se ha realizado la voladura de la caldera y chimenea del grupo 3 y las naves de tolvas de los grupos 1 y 2, para lo que se han usado más de mil kilos de explosivos. Tras las voladuras es el turno de la segregación y clasificación de los más de 21 mil kilos de hormigón y metales generados.
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