El Institut Cerdà ha presentado en el auditorio de nuestra sede de Madrid la 4ª edición del Observatorio de Riesgos para las empresas en España, en un evento que ha contado con la participación de nuestro presidente ejecutivo, Francisco Reynés y del ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu.
Se trata de la 4ª edición de este estudio, que en esta ocasión ha identificado 35 riesgos que representan en 2025 una amenaza para las organizaciones, y que se clasifican en 6 grupos por su naturaleza principal: institucionales, recursos, medioambientales, tecnológicos, económicos y sociales.
De todos ellos, el Observatorio destaca los 10 con mayor relevancia, seleccionados por su singularidad, necesidad urgente de actuación y previsión de aceleración en los próximos tiempos:
Se trata del primer informe que recoge los riesgos a nivel mundial para adaptarlos a la realidad española, trasladando al contexto nacional las tendencias y los acontecimientos globales. Para ello, ha consultado y contrastado la identificación y descripción de estos riesgos con más de 40 expertos de diferentes sectores, tanto de instituciones públicas como del ámbito empresarial y social.
El informe identifica también para cada riesgo sus respectivos impactos en la actividad empresarial. La rentabilidad de las organizaciones se ve afectada por una combinación de factores interrelacionados entre los que destacan: la volatilidad de las cadenas de suministro, las limitaciones comerciales de los mercados por tensiones geopolíticas y medidas proteccionistas, las nuevas normativas en el entorno empresarial, los retos del mercado laboral (escasez de talento, alta rotación y demanda laboral creciente), y el impacto reputacional derivado de la desinformación y el uso de las redes sociales. En conjunto, estos desafíos obligan a las empresas a adoptar estrategias más resilientes y flexibles para proteger su viabilidad financiera.
En este sentido, Carlos Cabrera, vicepresidente ejecutivo del Institut Cerdà, señaló el valor del Observatorio como “instrumento que contribuye a fortalecer la cultura de la resiliencia de las empresas, facilitándoles la visualización de retos y obstáculos para la adopción de medidas preventivas y para la toma de decisiones estratégicas”. Al mismo tiempo, ha destacado el Observatorio como ejemplo de colaboración público-privada: “En un contexto de creciente complejidad, anticiparse y minimizar el impacto de los riesgos que amenazan a empresas y organizaciones para construir una sociedad y una economía resilientes exige un esfuerzo que requiere de la colaboración público-privada basada siempre en la confianza mutua. Desde el Institut Cerdà estamos convencidos de ello”.
También participó en la presentación Pedro Larrea, nuestro director general de Redes, quién afirmó que “en tiempos como los actuales es fundamental promover marcos estables de colaboración entre organizaciones y organismos públicos, sin perder de vista la importancia de la calidad del servicio para la ciudadanía y la contribución permanente al desarrollo de la sociedad».
Nuestro presidente ejecutivo, Francisco Reynés, confirmó en su intervención que “unas políticas energéticas estables y con objetivos realistas son determinantes ante el actual escenario de riesgos. No sólo desde el punto de vista del aprovisionamiento o de los objetivos de descarbonización, sino también para velar y fomentar la competitividad de las empresas, entendidas como fuente de bienestar de los ciudadanos, de desarrollo social y de creación de riqueza”.
Y en la clausura del evento, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, destacó la importancia de establecer vías de colaboración entre el sector público y el sector privado, desde el convencimiento de que la suma de conocimiento genera confianza, riqueza, y capacidad de coordinación ante crisis y riesgos. Asimismo, Hereu señaló que la nueva Ley de Industria y Autonomía estratégica aprobada por el Consejo de Ministros dotará a España de herramientas para hacer frente a los nuevos retos industriales. “Se trata de una Ley que pretendemos sacar adelante con el máximo consenso posible, en pos de una industria más fuerte, sostenible, innovadora y competitiva, que lidere la transformación económica y social de las próximas décadas”.
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