Qué es el reverse flow y por qué es importante para el futuro del gas renovable

Por Alfredo Ingelmo, responsable de Comunicación y Gas Advocacy de Nedgia

Recientemente hemos sido pioneros en la instalación del primer reverse flow en una red de distribución en España. Ha sido en el municipio de Capellades, en Barcelona, para inyectar en la red todo el biometano producido en la planta ubicada en el depósito controlado de Can Mata, en Els Hostalets de Pierola.

¿Qué es una instalación de reverse flow y que implicaciones tiene en la operación de la red de gas?

Las redes de gas juegan en la actualidad un rol central garantizando la seguridad de suministro, reduciendo emisiones y mejorando la calidad del aire. Y lo seguirán haciendo en el futuro.

En este proceso de descarbonización progresivo, las redes de gas jugaran un rol esencial para conectar recursos renovables con consumidores finales y para activar la economía circular como vector de descarbonización.

Las infraestructuras gasistas han demostrado una gran resiliencia y a la vez una alta capacidad de adaptación en su evolución y están preparadas para dar un salto cualitativo hacia 2050.

Hoy, el suministro de gas es de operación unidireccional y con fronteras bien definidas: el gas fluye por las infraestructuras en un solo sentido.

Sin embargo, la inyección de gases renovables en la red de transporte o distribución requerirá, en muchos casos, un suministro de gas a la inversa, bottom-up, para que el gas pueda fluir de la distribución al transporte, o de zonas con menor demanda y por tanto menor capacidad en la red a zonas con mayor demanda o capacidad en red.

Y aquí es donde entran proyectos como el de Can Mata, de flujo inverso. Redes con un mayor grado de flexibilidad que gracias a la digitalización permitirá la inyección distribuida de gases renovables en red con flujos de gas multidireccionales y de operación dinámica.

¿Por qué es necesaria esta instalación en las plantas de biometano?

Lo explicaré con estos 5 pasos:

  1. El biometano es un gas renovable que se produce convirtiendo residuos en un recurso energético
  2. Si sumamos el potencial existente de biometano en España, se estiman entre 130-160TWh/anuales en función del estudio. En cualquier caso, suficiente para descarbonizar el 100% del consumo doméstico y comercial de España, así como el gas que se usa para movilidad.
  3. El biometano suele producirse de forma dispersa, en plantas de tamaño medio o pequeñas, si comparamos con otras instalaciones de producción de energía, y cerca de dónde hay disponibilidad del recurso (residuos). Y esto se debe a la componente de economía circular asociada a la valorización del residuo, característico de la producción de biometano.
  4. Si queremos que este gas renovable llegue a cuantas más viviendas mejor, hemos de asegurarnos que toda la cantidad de gas producida de forma dispersa en las plantas se pueda inyectar en la red. Para ello, necesitamos generar la capacidad, llevando el gas renovable de la red de distribución hasta la red de transporte.
  5. Esto se consigue revertiendo el flujo de gas (reverse flow), enviándolo aguas arriba para que pueda distribuirse al mayor número posible de consumidores.

Con la determinación del sector del gas por descarbonizar el consumo energético y el crecimiento exponencial en plantas de biometano que vemos en el mercado, esta será la primera de muchas instalaciones de reverse flow en la red de gas en España.

¿Qué implicaciones tiene en la lucha contra el cambio climático?

El sector del gas está comprometido con la descarbonización. A través de los gases renovables nos hemos convertido en agentes activos de la descarbonización. A nuestra capacidad de reducir el consumo de combustibles más contaminantes (gasóleos de calefacción, GLP, pellets, carbón y otros) por la vía de la promoción del gas, le sumamos ahora que descarbonizamos el gas natural, sustituyéndolo de forma progresiva por biometano y, en un futuro, por hidrógeno verde.

El rol que los gases renovables juegan en el pacto verde europeo y en la consecución de los objetivos de clima es innegable. No olvidemos que el 70% de la demanda de energía final en España es gas natural y petróleo fundamentalmente. El 30% restante, que es electricidad, dista mucho aún de ser completamente renovable, y el sector residencial de viviendas representa el 17% del consumo total de energía, con una cuota en término de emisiones de gases de efecto invernadero del 5,8%.

Esta instalación de reverse flow (o flujo inverso) es fundamental precisamente para poder escalar la producción de biometano y obtener el máximo potencial en la capacidad de inyección de este gas renovable, al permitir trasladar el gas desde la red de distribución hasta la red de transporte secundario y, de ahí, distribuirlo a través de las redes a todos los hogares de España.

¿Quieres recibir nuestra newsletter? Suscríbete aquí.

Compartir