La Cañada Real Segoviana es una vía pecuaria con un alto valor natural y etnográfico que se encuentra en el entorno de nuestra planta solar fotovoltaica de La Nava, una de las siete plantas de este tipo que operamos actualmente en Castilla-La Mancha, situada entre los términos municipales de Almodóvar del Campo y Puertollano, en la provincia de Ciudad Real.
Respetar el capital natural, la biodiversidad y el patrimonio cultural en los entornos donde desarrollamos nuestra actividad es uno de los principales compromisos de nuestro Plan de Sostenibilidad y como parte de las iniciativas asociadas a dicho plan, hemos llevado a cabo la reforestación más de 57 hectáreas a lo largo de esta gran vía pecuaria.
Desde la construcción de la planta, en 2019, hemos plantado en su entorno más de 25.200 ejemplares de especies autóctonas como la encina, el alcornoque, el madroño o el pino, lo que nos ha permitido recuperar el ecosistema de esta gran vía pecuaria.
También se ha favorecido el hábitat natural de la flora y fauna de las inmediaciones de la planta con la construcción de tres charcas para anfibios y reptiles y de majanos o refugios para pequeños seres vivos. Además, se han realizado trabajos de fomento de las encinas arbustivas buscando la puesta en valor del encinar, para que ayude a reforzar el ecosistema que se está restaurando.
La Nava fue la primera planta solar fotovoltaica que pusimos en marcha en la provincia de Ciudad Real, y es un ejemplo de generación de impactos positivos en la economía local, de respeto al medio ambiente y de convivencia con el entorno social.
En este sentido, cabe destacar la implementación del pastoreo controlado dentro de la propia instalación, para controlar la vegetación de una forma natural y hacer más sostenible la gestión de la propia planta, facilitando a la vez la convivencia con la actividad ganadera de la zona.
El trabajo del rebaño solar permite controlar el crecimiento de la vegetación alrededor de los 155.520 paneles con los que cuenta la planta y su labor contribuye a reducir la huella de carbono, pero también tiene beneficios para aumentar la biodiversidad, ya que las ovejas sirven de transporte a otras especies animales y vegetales.
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